El otro día rescaté de una caja un libro que me llenó de nostalgia.
Es el manual de usuario de un ordenador que todavía conservo y, en principio, debería funcionar. Lo tengo bien guardado, junto con un montón de cintas con juegos, y un buen paquete de revistas MicroHobby: publicación especializada en este hardware, editada por aquellos años y que yo nunca me perdía, a pesar de requerir gran parte de mi paga. He encontrado una web maravillosa que rinde un merecido tributo a esta revista: http://www.microhobby.org/Ahí podéis descargaros un montón de números en PDF. Muchas gracias !!!
En fín, que corría el año 1987, y por aquel entonces los MegaHerzios se escribían con cuatro decimales: 3.5469 Mhz era el poder brutal de esta máquina. Claro que debido al sistema de compartición de RAM entre el procesador y el sistema de vídeo, la frecuencia se veía reducida a 2.66 Mhz.
Y eso que esta era la versión pija del Spectrum, que originalmente tenía 48K. Básicamente, el 128K era un 48K tuneado. Llevaba el mismo procesador, el mítico Z80, pero con más RAM y puertos de comunicación para impresoras, joysticks y demás. La pera, vamos...
Pero... ¿quién necesitaba más? Al fin y al cabo, el Goody (Opera, 1987), el DynamiteDan (Mirrorsoft, 1985), el HeadOverHeels (Ocean, 1987), La Abadía del Crimen (Opera, 1988), funcionaban perfectamente... Qué nostalgia! Eran juegos maravillosos, la verdad... Aqui, la portada del Goody, versión Amstrad.
Y por cierto, no se si alguien se acuerda, pero los equipos de desarrollo españoles eran de los mejorcitos de nivel internacional: Opera, Topo, Zigurat, Dinamic...
Por aquel entonces, los juegos se hacían entre dos personas que no dormían ni comían hasta terminar el proyecto. Es el caso de Paco Menéndez y Juan Delcán, responsables de "La abadía del crimen". Por cierto, desde 2001 Paco Giner se encarga de este remake para PC.
Desde que los juegos se convirtieron en una actividad muchimillonaria, los equipos de desarrollo Españoles fueron perdiendo la batalla contra los de otras nacionalidades, seguramente porque no fueron capaces de encontrar gente en España con la suficiente visión como para invertir su dinero en "hacer jueguecillos para los chavales".
Qué lastima que tanto talento se desperdiciara en este país... De momento, empresas como Pyro y compañía luchan por hacer resurgir la llamada "edad de oro del soft español", aunque obviamente, hoy en día es mucho más complicado.
Yo por mi parte, siempre trataré de aportar mi pequeño granito de arena. En fin... ánimo !